La mayoría de las personas empiezan a recuperarse a las pocas semanas o meses de haber empezado el tratamiento después de un primer episodio psicótico. La mayoría de los síntomas son entonces menos intensos o, incluso, algunos suelen desaparecer.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar psicosis son los antecedentes familiares de psicosis, las complicaciones obstétricas, haber sufrido un trauma en la infancia, la presencia de estrés y los acontecimientos vitales estresantes,
Los síntomas negativos son aquellos que nos indican un empobrecimiento de la personalidad de la persona, afectando a su estado anímico y a sus relaciones sociales.
La psicosis no siempre es fácil de detectar. Antes de que los síntomas psicóticos aparezcan, pueden tener lugar otros síntomas más inespecíficos o señales de alarma, que pueden ocurrir unos días o incluso unas semanas antes.
Si crees que presentas síntomas tempranos de alarma, no tengas miedo. Coge tu plan de prevención de recaídas y mira si los síntomas que presentas son similares a los que constan.