El ocio, un aliado en la recuperación de los trastornos alimentarios
Resumen
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) representan un desafío significativo en la salud mental, ya que no solo afectan a la relación con la comida y el cuerpo, sino también a las diferentes áreas de la vida cotidiana, como es el tiempo de ocio.
El ocio, más allá del tiempo libre, representa una necesidad humana y una oportunidad excelente para el disfrute de la vida y el crecimiento personal. De pequeños o pequeñas ¿quién no ha querido jugar? ¿Quién no deseaba llegar a casa o salir para ocuparlo en aquello que más nos gustaba hacer? Entre el ritmo y las obligaciones del día a día, ¿en qué momento hemos dejado de permitirnos ese espacio, ese autocuidado, esa conexión con lo que más nos gusta hacer?
El ocio normalmente implica interacción social. Pero en las personas con TCA se suelen dar situaciones de aislamiento, evitando las situaciones sociales por miedo a la comida, por la insatisfacción corporal y la comparación social. Y esto limita sus oportunidades de conexión social, de disfrutar, de desarrollar hobbies, dones o pasiones, y aumenta e intensifica sentimientos de tristeza, soledad y depresión.
A pesar de las dificultades y el malestar que puede aparecer en situaciones sociales, queremos animar a pensar en el ocio como un aliado, una herramienta significativa y muy terapéutica para el proceso de recuperación.
Beneficios del ocio
Permite desconectar del estrés
- Participar en actividades que nos permiten sentir placer, divertirnos, relajarnos puede actuar como válvula de escape a las presiones diarias, contribuyendo a la distensión emocional y proporcionando momentos de respiro en medio de las dificultades que podemos estar viviendo.
- Nos da una vía para poder canalizar nuestros pensamientos y sentimientos de manera positiva: haciendo algo que nos gusta.
- Actividades como el arte, la música o la lectura pueden ser actividades que nos ayuden expresar emociones, reducir estrés o mejorar nuestra autoestima.
Ayuda a conectar socialmente
- El ocio nos permite crear, construir y fortalecer relaciones sociales; conectar con personas, compartir experiencias a través de intereses comunes, de lo que nos une, enriquecernos de ese intercambio humano, estableciendo relaciones positivas y desarrollando habilidades sociales.
- El sentir que pertenecemos a un grupo nos ayuda a sentirnos parte de, acompañados, reconocidos, y puede representar un apoyo emocional crucial.
Incrementa nuestra autoestima
- Retarnos ante una actividad y conseguir esa meta nos permite experimentar el éxito, sentir y reconocer que hay algo que se nos da bien, fuera del contexto de la imagen corporal. Ayuda a mejorar nuestra percepción sobre nosotros mismos, incrementando nuestra autoestima y, también, nuestra confianza.
Nos enfoca en otras habilidades no relacionadas con la imagen corporal
- Las diferentes actividades recreativas ofrecen oportunidades para desarrollar habilidades que no están centradas en la apariencia física. El ocio ofrece una amplitud de posibilidades para poder explorar, descubrir y nutrir talentos, personas y competencias que van mucho más allá de nuestra percepción corporal.
Fomenta hábitos saludables
- Introducir actividades físicas moderadas y con acuerdo terapéutico, puede promover hábitos saludables. El ejercicio, adaptado siempre a las necesidades individuales, puede ser una herramienta poderosa que, además de beneficiarnos en otras muchas áreas, nos ayuda a mejorar la salud física.
Recomendaciones a la hora de escoger las actividades
Por todo ello, te invitamos a pensar en aquellas actividades de ocio que crees que te gustaría hacer o dedicar más tiempo. Y si todavía no has identificado cuáles son estas actividades, quizás te puedan ir bien algunas recomendaciones a la hora de escogerlas. Tendrían que ser actividades que:
- No provoquen estrés o ansiedad.
- Estén descentralizadas de la alimentación y la autoimagen.
- Fomenten la autoexpresión, el bienestar emocional y la relajación.
- Escojas tú a partir de tus intereses y motivaciones.
- Te guste hacer, más allá que se te den bien.
- Se adapten a tus necesidades individuales y no al revés.
Además, es recomendable buscar orientación profesional y apoyo emocional para crear un verdadero entorno seguro y de apoyo.
Algunas propuestas de actividades que podrías explorar:
- Actividades creativas: pintura, música, escritura, escultura, teatro. Ayudan a canalizar emociones y promueven la creatividad.
- Actividades al aire libre: paseos suaves por entornos naturales, jardinería, animales, yoga, mindfulness; pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, y nos regala la oportunidad de conectar con el momento presente y la naturaleza.
- Actividades lúdicas y sociables: juegos de mesa, puzles, juegos de roles, clubs de lectura o voluntariados en la comunidad.
Todas las personas necesitamos tiempo de ocio para promover nuestra calidad de vida. Es importante buscar esos momentos de respiro y actividades que nos permitan experimentar alegría y diversión en el tiempo libre, y que nos hagan desconectar de las dificultades y conectar con la vida y con nosotros mismos.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
Si sufres de soledad o pasas por un momento dífícil, llámanos.