El diagnóstico del trastorno del espectro del autismo (TEA) es un diagnóstico clínico, que se realiza después de una exploración completa.

Normalmente es necesario hacer:

• Una exploración de neurodesarrollo, a través de una entrevista a la familia. Se suele utilizar el test ADI-R (Autism Diagnostic Interview Revised).
• Una exploración y observación a la persona, a través del test ADOS 2 (Autism Diagnostic Observation Schedule). 
• Se suelen realizar algunos pruebas psicométricas o tests complementarios para valorar los rasgos de la personalidad, la capacidad de empatía, sintomatología ansiosa o depresiva, u otras comorbilidades, así como una valoración de la autonomía y la funcionalidad.
• Es habitual e importante realizar una evaluación intelectual y cognitiva para poder identificar el perfil intelectual de la persona o puntos fuertes de habilidad y dificultades.
• En algunas ocasiones en las que hay indicios de que pueda haber una causa genética subyacente, se recurre como prueba complementaria al análisis genético o a pruebas de neuroimagen, pero no son diagnósticas.