Los únicos fármacos antidepresivos recomendables en el tratamiento inicial de la depresión en los niños y adolescentes son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
La depresión es un trastorno complejo que tiene múltiples factores de riesgo, tanto biológicos como ambientales, que interactúan entre ellos y pueden tener un efecto acumulativo.