Cuando un estudiante tiene un diagnóstico de TDAH, el sistema educativo tiene previsto que se lleven a cabo una serie de adaptaciones escolares para que pueda acceder a los contenidos escolares. Las adaptaciones permiten a los estudiantes avanzar en sus aprendizajes en todos los niveles educativos, a pesar de las dificultades derivadas del trastorno.

Estas adaptaciones incluyen, por ejemplo, dejar más tiempo para realizar los exámenes o tareas, situar al estudiante cerca de la pizarra o en un espacio donde haya pocas distracciones, supervisión de la agenda, ofrecer la posibilidad de realizar exámenes orales, etc. Se tratan de adaptaciones de la metodología o de los formatos utilizados en la enseñanza, pero no se modifican los contenidos curriculares.