¿Los trastornos de la conducta alimentaria pueden tener complicaciones físicas graves?
Sí. A pesar de ser trastornos mentales, pueden tener consecuencias físicas graves por las alteraciones propias en la conducta alimentaria. En función de la presencia de restricción o purgas, como el vómito autoprovocado, o la práctica excesiva de actividad física, podemos encontrar:
- Pérdida progresiva de peso u oscilaciones bruscas.
- Pérdida o irregularidades de la menstruación o no aparición de la primera regla.
- Deterioro de los huesos hasta la posibilidad de padecer osteoporosis.
- Palidez, caída del cabello o despigmentación del cabello (por déficit de vitaminas), sensación de frío y dedos azulados.
- Debilidad, estreñimiento y mareo.
- En casos de cronicidad pueden aparecer problemas de infertilidad.
- Alteraciones de la frecuencia cardíaca que pueden provocar la muerte súbita.
- Inflamación de las parótidas (como si fueran paperas).
- Irritación crónica de la garganta.
- Pérdida de esmalte dental y pérdida de los dientes.
- Problemas relacionados con la obesidad como problemas respiratorios, hipertensión.
- La mayor parte de las consecuencias mejoran con la recuperación gracias a su tratamiento, aunque en función de la duración de la enfermedad puede ser que alguna de estas se mantenga, sobre todo cuando han estado presentes muchos años