Cómo ayudar a una persona con autismo a practicar deporte en equipo

Resumen
Practicar deporte en grupo puede ayudar a las personas con autismo a mejorar las habilidades de comunicación, compañerismo y trabajo en equipo. Pero a la vez requiere mucho más esfuerzo que los deportes individuales, ya que nos hace enfrentarnos a algunos retos como la relación y la comunicación con los demás y normalmente nos encontramos con entornos más agresivos sensorialmente. Por eso, es recomendable empezar por practicar un deporte individual y pasar al deporte de grupo cuando veamos que es el momento.
A veces, es difícil saber qué deporte practicar, pero en el deporte en equipo es tan importante nuestras preferencias como el monitor o entrenador que esté a nuestro lado, que nos pueda entender, reforzar nuestra autoestima y apoyar sin infantilizarnos.
Algunas recomendaciones para los monitores o entrenadores que tengáis en vuestro equipo a una persona con autismo:
- Si es posible, es mejor escalonar el número de participantes en un grupo (de fútbol 7 a fútbol 11, por ejemplo).
- Debéis tomaros vuestro tiempo para conocer a la persona autista que va a formar parte del equipo: apreciar sus necesidades y preferencias, su estilo de comunicación y su modo de comportamiento.
- La comunicación debe ser siempre clara, concisa y directa, acompañando lo verbal con lo no verbal.
- Podemos necesitar tiempo para procesar la información (no nos deis varias órdenes consecutivas). Tampoco pasa nada por llevar sistemas de ayuda como protectores auditivos, etc. que pueden evitar que nos agobiemos.
- Es importante recordar que podemos ser muy literales, así que cuidado con las indicaciones ambiguas como «usa la cabeza» (¿para qué? Esto va de encestar, no de dar cabezazos, al contrario).
- Estará bien preguntar siempre cómo nos va. Quizás no sepamos responder, pero ya nos iréis conociendo.
- No nos infantilicéis innecesariamente.
- Cuidado también con las lesiones: podemos tener muy alto el umbral del dolor y estar lesionados sin saberlo.
- Es importante también revisar el espacio para evitar posibles distracciones (por ejemplo, la interacción con otros grupos).
- Si estructuráis las sesiones nos facilitáis la vida.
- Si tenéis que proponernos actividades nuevas o desconocidas, por favor, hacedlo en un entorno en el que nos sintamos cómodos.
- Nuestros intereses, que quizás podáis considerar fijos y repetitivos, pueden ayudaros a conectar con nosotros. Utilizadlos.
Y también os aconsejaría que:
- Identificad vuestros propios estados de ánimo, deseos, intereses, quejas… e intentad expresarlos adecuadamente (¡No todo es culpa nuestra!)
- Diferenciad con nosotros claves contextuales (momentos adecuados-momentos inadecuados) con el objetivo de controlar o autorregular la conducta.
- Utilizad el gesto como elemento no verbal de la comunicación. La comunicación no verbal es imprescindible, aunque también puede confundirnos.
- La cosa no va de ser Messi o Alexia, sino de estrategia de enseñanza, esfuerzo, tolerancia, respeto y compañerismo.
- Es importante que las personas que estén con nosotros (monitores, por ejemplo) nos ayudéis en nuestros problemas a nivel del sistema vestibular (equilibrio y control espacial) y propioceptivo (dónde está cada parte de nuestro cuerpo en cada momento).
Practicar deporte puede ayudar a incrementar nuestra autonomía, mejorar nuestro bienestar emocional y a relacionarnos con los demás. Pero tenemos que disfrutarlo.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
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