- ¿Cuáles son los efectos negativos del consumo de cannabis en la adolescencia?
- ¿Hay un consumo de cannabis que se considere seguro?
- ¿En qué momento se considera que se está haciendo un consumo de riesgo de cannabis?
- ¿Por qué se ha extendido el consumo de cannabis entre la juventud?
- ¿Consumir alcohol lleva a consumir más cannabis?
- ¿Hay factores de protección y prevención del consumo del cannabis que dependan de la familia?
- Si sospechamos que nuestro hijo o hija fuma porros, ¿Cómo podemos abordar el tema en casa y qué consejos podemos darles?
- ¿Qué señales nos pueden indicar que nuestro hijo o hija tiene un problema con el cannabis?
- ¿Dónde se consiguen las pruebas de orina para saber si ha habido consumo de cannabis?
- El cannabis se puede encontrar en diferentes productos ¿estos son más seguros que fumar?
- ¿Qué podemos hacer para prevenir el consumo de cannabis en el centro escolar?
- ¿Cuáles son los riesgos del consumo de cannabis para la salud mental, tanto un consumo puntual como continuado?
- ¿Cuál es la relación entre fumar porros y la aparición de una psicosis?
- ¿Hay alguna intervención breve que podamos hacer con adolescentes de 15 años que pasan de pediatría a medicina de atención primaria, para detectar el consumo y hacer un abordaje inicial?
- ¿Qué materiales y técnicas puedo utilizar para abordar este tema como profesional de atención primaria?
- ¿Cómo explicarle a un adolescente con TDAH que puede ser más propenso a tener una adicción a los tóxicos que otras personas sin TDAH?
- ¿Está asociado el diagnóstico de TDAH al inicio temprano del consumo?
¿Dónde se consiguen las pruebas de orina para saber si ha habido consumo de cannabis?
Si el objetivo es únicamente conocer si ha existido un consumo puntual de cannabis o no, actualmente se pueden comprar diferentes pruebas de detección de drogas en la mayor parte de farmacias, tiendas especializadas en productos médicos y de salud e incluso por Internet. Hay diversos sistemas de detección: en orina, sangre o sudor.
Sin embargo, si lo sospechamos, esta no parece ser la mejor opción, la Academia Americana de Pediatría (AAP) tampoco aconseja este método, nuestro hijo puede verse intimidado, por ello debería ser una última opción si con el dialogo y nuestra confianza no se ha conseguido entablar una conversación con el sobre este tema y tenemos indicios que está consumiendo.