Los beneficios del ejercicio en el agua para personas con trastorno de salud mental
Resumen
La actividad física tiene numerosos beneficios, tanto físicos como mentales. Varios estudios científicos sugieren que favorece la mejora del estado físico general, en aspectos como la movilidad o el equilibrio, y que contribuye a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas. A la vez, el ejercicio físico se asocia a un conjunto de beneficios para la salud mental, como por ejemplo la mejora del estado de ánimo, la ansiedad, la depresión, la autoestima, la satisfacción con la vida, la calidad de vida y la reducción del autoestigma.
La actividad física realizada en un medio acuático, además, tiene unas características específicas. EL agua permite hacer ejercicio físico con menos impacto para nuestro cuerpo, facilitando la accesibilidad. Esto permite acercar los beneficios del deporte a poblaciones que, por cuestiones de salud, tendrían más limitaciones a la hora de practicar otras actividades como correr o el entrenamiento de fuerza. Por ejemplo, se han demostrado beneficios en el estado físico y mental de personas con fibromialgia, dolor lumbar inespecífico, diabetes tipo 2 y en mujeres embarazadas. Además, si la actividad física acuática se realiza en grupo, también favorece las relaciones sociales en un entorno saludable.
Incorporar la actividad física en los tratamientos para personas con trastorno mental puede aportar beneficios prometedores, como complemento de los tratamientos farmacológicos y psicosociales.
La actividad física también puede favorecer la recuperación y la calidad de vida de las personas con un diagnóstico de salud mental. Las personas con trastorno mental, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, suelen tener niveles de sedentarismo más altos que la población general, y pueden tener un riesgo más alto de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes o síndrome metabólico. Por eso, se considera que incorporar la actividad física en los tratamientos para personas con trastorno mental puede aportar beneficios prometedores, como complemento de los tratamientos farmacológicos y psicosociales.
Proyecto Thalassa: dos estudios de investigación y una guía con recomendaciones
El Proyecto Thalassa, liderado por el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, con el apoyo de Fluidra, la Fundació Fluidra y Obra Social Sant Joan de Déu, nació con el objetivo de acercar la práctica de una actividad física aeróbica en el agua a las personas usuarias de la red de salud mental y de estudiar los beneficios en su salud mental y física. En el marco de este proyecto, se ha diseñado una guía que recoge recomendaciones para garantizar que la actividad se lleve a cabo de manera segura, efectiva y adaptada en todos los centros colaboradores. La guía aborda aspectos físicos y psicosociales que hay que tener en cuenta, proporciona detalles sobre características específicas de las sesiones (duración, intensidad y diseño de los ejercicios) y sobre el material más adecuado. Estas recomendaciones permiten estandarizar los procedimientos, de manera que la evaluación y la comparación de los efectos de la actividad sean consistentes, independientemente del centro donde se realice.
Los resultados preliminares del proyecto indican que, después de practicar aquagym durante seis meses, las personas han observado mejoras en:
- La autoestima y la percepción subjetiva del estado de salud general.
- La autopercepción del estigma.
- Los niveles de ansiedad y depresión.
- Las dificultades en el cuidado personal, las relaciones sociales, las obligaciones y las tareas de la vida diaria.
Si analizamos las diferencias entre hombres y mujeres de la muestra, se observa que:
- Los hombres obtienen mejoras significativas en las relaciones sociales y en las actividades de la vida diaria, y muestran una tendencia a mejorar en autoestigma, en la percepción del dolor o malestar y en la participación en la sociedad.
- Las mujeres, por su parte, obtienen mejoras significativas en la autoestima y en las relaciones sociales, y muestran una tendencia a la disminución del autoestigma.
Explorando los resultados por diferentes diagnósticos, el estudio concluye que:
- Las personas con trastornos afectivos mejoran significativamente su autoestima y la realización de las actividades de la vida diaria, y muestran una tendencia a mejorar el cuidado personal y a disminuir el autoestigma.
- Las personas con trastornos psicóticos mejoran significativamente en sus relaciones sociales, y muestran una tendencia a mejorar en las actividades de la vida diaria, en la participación en la sociedad y en la percepción subjetiva del estado de salud.
En definitiva, el Proyecto Thalassa refleja que la práctica regular de gimnasia dentro del agua tiene un impacto positivo en varios aspectos de la salud mental y física de las personas con trastornos mentales. Estos resultados son solo el punto de partida de una investigación que busca profundizar y ampliar el conocimiento de los beneficios en la salud mental de la actividad física en el agua.
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