Cómo ayudar a un adolescente con TEA a socializar

El uso del tiempo libre es muy variado entre adolescentes con trastorno del espectro autista (TEA), pero en muchas ocasiones las escasas relaciones sociales pueden estar ligadas a la dificultad para implicarse en actividades extraescolares, asociaciones deportivas o culturales u otras actividades organizadas. 

Al igual que los adolescentes de desarrollo típico, los adolescentes con TEA pasan mucho tiempo realizando actividades libres, siendo ver la televisión la actividad más frecuente. En cuanto a diferencias con el resto de adolescentes, destaca que los adolescentes con TEA pasan más tiempo implicados en tareas solitarias (viendo la televisión, usando el ordenador o leyendo) y menos tiempo realizando actividades sociales. Este patrón es más frecuente en adolescentes con TEA que además tienen discapacidad intelectual o que presentan dificultades de conducta comórbidas, en comparación con adolescentes con TEA sin estas comorbilidades. Los adolescentes con TEA con más habilidades para iniciar y mantener conversaciones con otros muestran más intercambios sociales y participan más en actividades de grupo.

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En el caso de las chicas adolescentes con TEA, hay algunas similitudes en cuanto a la gestión del tiempo libre comparadas con los varones con TEA. En estudios cualitativos realizados a padres y madres, destacan una gran necesidad de estructuración de la rutina y resistencia a introducir novedades en la misma. Del mismo modo, pueden presentar mucha dificultad en la transición a otras actividades cuando están realizando sus actividades preferidas, pudiendo llegar a tener alteraciones conductuales o bloqueos en estas circunstancias. Muchas veces existe una sola actividad que quieren realizar, no pudiendo diversificar las opciones para ocupar el tiempo libre. En las adolescentes, puede aparecer un interés excesivo en el uso de nuevas tecnologías. Este uso, puede estar ligado a intentar relacionarse con iguales, tal y como lo hacen los adolescentes de desarrollo típico, pero las adolescentes con TEA, tienen muchas dificultades para interpretar el contenido de los mensajes, incluso contextualizar algunos elementos gráficos como emoticones, lo que genera numerosos malos entendidos en las interacciones. En otros casos, desarrollan un interés excesivo por alguna celebridad, o por youtubers o influencers. Estas aficiones pueden ser compartidas con chicas de desarrollo típico, sin embargo, destaca el carácter circunscrito, limitado y la intensidad del interés en las chicas con TEA.

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Las chicas con TEA pueden tener un elevado deseo de socializar, lo cual es un aspecto positivo, sin embargo, esto puede llevarlas a iniciar contactos con personas desconocidas, por ejemplo, en redes sociales, con los riesgos que esto implica.

Recomendaciones para favorecer las habilidades de relación y solución de conflictos:

• Favorecer estrategias de interacción y comunicación social. Este trabajo puede requerir la intervención de profesionales especializados, pero también puede favorecerse desde el entorno familiar y escolar. Entrenar en habilidades de conversación puede ser muy útil para que el adolescente pueda relacionarse con su grupo de iguales.
• Favorecer actividades de ocio y tiempo libre apropiadas que permitan tener encuentros con otros adolescentes, ya sea con actividades organizadas o encuentros informales. En estas situaciones puede ser necesario ayudar al adolescente a iniciar acercamientos e integrarse en el grupo. 
• Ante situaciones de conflicto interpersonal, es importante ayudar al adolescente a saber mantener la calma, identificar el problema y sus emociones, buscar alternativas de solución y posteriormente poner a prueba esta alternativa y valorarla. 
• En el caso de las chicas con TEA, las mismas recomendaciones que para los chicos son útiles. Se recomienda, además, ayudarlas a interpretar actitudes verbales y no verbales más sutiles, indicadoras de conflicto, que pueden aparecer en las relaciones entre chicas. Por otro lado, es importante enseñarles estrategias simples de solicitud de ayuda, y facilitarles la identificación de personas de su círculo de confianza, en los diferentes ámbitos donde frecuentan, de manera que estas personas puedan ayudarles en situaciones sociales que no puedan/sepan gestionar solas. 
• Favorecer también estrategias de uso seguro de las redes sociales, además de introducir actitudes y temáticas «esperables» y «no esperables» en las mismas. 
• En algunas situaciones puede ser útil el uso de guiones sociales, que son descripciones explícitas de la secuencia de pasos a realizar en una situación concreta. Esta estrategia ayuda a saber cómo comportarse y saber qué se espera de él en una situación. Por ejemplo, ante una fiesta de un amigo, puede hacerse explícito que hay que saludar, que hay que comer o beber algo y mientras hablar.

Este es un artículo original del 12º Informe FAROS «Una mirada a la salud mental de los adolescentes - Claves para comprenderlos y acompañarlos».