- ¿Existe evidencia científica de que el arte ayuda al bienestar emocional y a la salud mental de las personas?
- ¿Qué tipo de mejoras pueden aportar las artes en la salud mental de nuestro alumnado?
- ¿Cómo puede ayudar al alumnado un acercamiento a la institución museística?
- ¿Cómo se puede utilizar el arte para trabajar la aceptación de emociones como el enfado o el miedo?
- Con la pandemia ha aumentado el número de alumnado con problemas de ansiedad y depresión. ¿Cómo podemos ayudarles con el arte?
- ¿El arte puede ayudar a gestionar síntomas como las obsesiones y compulsiones?
- ¿Qué tipo de actividades artísticas son más recomendables con alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo?
- ¿De qué manera se puede trabajar la espiritualidad a través del arte?
- ¿Qué tipo de actividades artísticas se pueden realizar en el aula?
- Cuando trabajamos con adolescentes, ¿también nos pueden ayudar los lenguajes audiovisuales como cortometrajes o videoclips?
- ¿Cómo podemos utilizar la música para trabajar las emociones con el alumnado?
- ¿Cómo podemos utilizar el teatro para mejorar la salud mental?
- Queremos hacer una actividad artística compartida entre nuestro alumnado y personas con problemas de salud mental para trabajar el estigma. ¿Por dónde empezamos? ¿Qué podemos hacer?
¿Qué tipo de mejoras pueden aportar las artes en la salud mental de nuestro alumnado?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge que el bienestar subjetivo, la percepción de la propia eficacia, la competencia y la autorrealización de las capacidades intelectuales y emocionales (entre otras) son signos de bienestar en la salud mental.
Las artes contienen un lenguaje complejo que ayuda a la expresión de los seres humanos. En la medida en que los estudiantes incorporan el lenguaje para reflexionar sobre el mundo y expresar sus ideas, se encuentran a sí mismos y se sienten parte del mundo.
Los beneficios que promueves las artes en el alumnado son:
- Potencian actitudes de mejoras hacia sí mismos.
- Ayudan al crecimiento personal, autoconocimiento y autorrealización (al reflexionar sobre sí mismos tienen mayor consciencia de su realidad para poder transformarla).
- Ayudan en la superación de situaciones limitantes y de etiquetas sociales. El trabajo con el arte les permite explorar sus partes sanas y fortalecer las competencias devenidas del proceso. Descubrir aspectos positivos sobre sí mismos, les ayuda a asumir también su acción en el mundo.
- Mejora en la autonomía (pueden incorporar un lenguaje que les permite iniciar un proceso artístico personal que promueve la autonomía en la toma de decisiones).
- Mejora de aspectos motivacionales que están ligados a la respuesta y a la implicación con las actividades. A través del arte disfrutan de acciones que les permiten aprender a ser proactivos y a ser protagonistas de sus decisiones.
- Potencian la integración (una visión de la vida desde el entorno y la comunidad).
- Ayudan a tener una percepción de la realidad no distorsionada. Al estar en contacto con otras personas y al ofrecer el diálogo para conocer otras realidades sociales, las artes ayudan a las personas a promover empatía y sensibilidad y por tanto ayuda a incorporar una visión de la realidad más amplia y en todo caso menos distorsionada.
- Promueven la adecuación con las relaciones interpersonales. El arte ayuda a iniciar procesos personales, grupales y a promover la relación social. Les ayuda a ensayar formas sociales básicas y a integrar y a ensayar aspectos personales diferenciales entre la realidad, el juego y el trabajo personal y comunitario.
- Llegar a experimentar aprendizajes complejos que los vincule al conocimiento y al entorno social, a través de procesos creativos abiertos.
Jugar con el arte, con las técnicas artísticas en general, supone un constante entrenamiento multidimensional y una oportunidad permanente para el desarrollo de habilidades personales e interpersonales que afectan al bienestar emocional y la salud mental.
Mejora la capacidad de comunicación y las habilidades para expresar lo que sentimos y pensamos, algo que será fundamental para prevenir o trabajar procesos de malestar psíquico. El arte nos propone lenguajes especialmente expresivos que abren vías de comunicación alternativa de una forma casi innata.
De la misma manera, trabajar desde los formatos artísticos, nos facilita herramientas para integrar y valorar la información de nuestro entorno, dimensionándola y dotándola de significado con respecto a las diferentes dimensiones personales y generando espacios de escucha activa especialmente valiosos. Una escucha que, sin duda puede ser de especial importancia en situaciones de malestar psíquico propio, pero también para dotarnos de habilidades de empatía para saber entender y acompañar procesos de salud mental cercanos.
Pero el arte, además, en nuestra experiencia, propone espacios no críticos como los juegos dramáticos donde la apertura y la aceptación se abren paso dando la oportunidad de compartir situaciones vitales complejas sin temor a prejuicios o la puesta en común de la diferencia vital como cualidad.
El arte y la creación, y en particular el arte contemporáneo (que es nuestro ámbito de actuación) nos ayuda a imaginar y a ampliar los puntos de vista sobre las cosas, provoca reacciones y no nos deja indiferentes. Es un terreno para compartir preguntas y respuestas y donde ser libres de cuestionar, imaginar, opinar y debatir. Este tipo de proyectos ofrecen una oportunidad de crecimiento personal y colectivo, a través de metodologías y prácticas del arte contemporáneo, que parten de premisas transformadoras y democratizadoras. Por ello se generan dinámicas muy interesantes de intercambio, aprendizaje mutuo, igualdad de oportunidades, empoderamiento, reafirmación personal y mejora de la autoestima, que repercuten positivamente en la salud mental de las personas y colectivos que participan.
Recomendamos la consulta de Repository for arts and health resources, un repositorio que recoge el desarrollo del movimiento de las artes y la salud en el Reino Unido e internacionalmente, desde 1996 en adelante.